Espectáculo un pelín chafado

De todos es sabido que en los últimos años, la Fórmula 1 no se ha caracterizado por espectaculares adelantamientos ni piques en la pista, más bien, las tensiones estaban fuera, en los despachos. Sin embargo, este año parece que los jefazos del deporte rey del motor han dado con la fórmula perfecta para traer de vuelta la emoción a las pistas. Lo vimos en las anteriores carreras, donde casi se ha duplicado el número de adelantamientos en pista, toques y piques, y además, la fiabilidad de los coches ha aumentado, ya que abandonos por problemas mecánicos, contados con los dedos de las manos. Pero sin duda, la carrera más emocionante de la temporada fue la del pasado domingo en las calles de Mónaco fue algo que no se veía desde hace mucho tiempo. La estrambótica ( aunque acertada) estrategia de Red Bull de mantener a Vettel en pista con unas ruedas con mas lona que goma, esperando que los rivales tuviesen valor para adelantarle en pista, el tráfico y los dos safety cars marcaron una carrera llena de toques y piques entre pilotos.
Lo que no llego a entender muy bien, es que en la búsqueda de ofrecer al espectador un espectáculo que le mantenga pegado a la pantalla durante dos horas, obligando a los equipos a invertir bastante dinero en el desarrollo del DRS y del KERS, chafen la carrera permitiendo que los pilotos pudiesen cambiar de neumáticos durante la bandera roja provocada por el accidente de Alguersuari, Petrov y Hamilton. Con las ruedas nuevas, el Red Bull se transformó de nuevo en el coche ganador que es y en apenas cinco vueltas sacó cuatro segundos al segundo clasificado, Fernando Alonso. Sin el cambio de ruedas, las últimas cinco vueltas habrían sido el mejor espectáculo en mucho tiempo.
Ahora la siguiente parada es el circuito de Canadá, con la novedad de que tendremos dos zonas de DRS para adelantar, lo que espero que aumente el espectáculo